En este artículo presentamos la segunda entrega del artículo sobre el cultivo del pulpo de roca publicado el día 25 de septiembre de 2012.
Cultivo en jaulas
En otoño de 2009, los investigadores del IRTA también ubicaron una jaula flotante experimental en la Bahía de los Alfaques. Este emplazamiento ofreció la posibilidad de proteger las instalaciones ante condiciones atmosféricas adversas (viento, temporales, etc.) y de acceder diariamente a ellas para realizar tareas de seguimiento de la población, lectura de los parámetros del agua, suministro de la alimentación o muestreo de peso. En este caso también se utilizaron los mismos productos para alimentar a los ejemplares de pulpo.
La comparación de los resultados obtenidos mediante este sistema de cultivo y el anterior (tanques) puso de manifiesto que, a pesar de estar expuestas a las corrientes marinas y, por tanto, a un menor control por parte de los investigadores, las jaulas son estructuras de cultivo que también presentan una alta productividad.
Cultivo larvario
A pesar de que ambas investigaciones obtuvieron resultados prometedores que podrían convertir el cultivo de Octopus vulgaris en una actividad industrial de calidad, la alta mortalidad de los ejemplares durante las primeras semanas de vida (paralarvas) hace que sólo unos pocos sobrevivan tras la eclosión de los huevos depuestos por las hembras. Por lo tanto, a día de hoy, el proceso de engorde está estrictamente ligado a la captura de pulpos en la fase juvenil procedentes del medio marino, por lo que una demanda masiva de subadultos podría poner en peligro los reservas naturales de esta especie.
La obtención de juveniles de pulpo en cautividad representa definitivamente un hito muy importante para el sector de la acuicultura, a fin de poder considerar el engorde de estas especies como una actividad industrial productiva, de calidad y sostenible.
Por esa razón, gran parte de los esfuerzos futuros de la investigación sobre el pulpo estarán encaminados a incrementar el conocimiento de esta fase del ciclo biológico. El objetivo es adaptar las características zootécnicas del pulpo a las condiciones de las instalaciones acuícolas para que el cultivo larvario resulte eficiente. Para ello, los investigadores están experimentando distintas dietas para las larvas y estudiando su comportamiento en función de la luz, del tipo de presa viva que se les suministre (y de su calidad nutricional) y de la densidad tanto de las paralarvas como de sus presas.
Artículo elaborado por el Departamento de comunicación del IRTA