Uno de los temas candentes durante el año 2010 ha sido sin duda la seguridad del uso del bisfenol A (BPA) en materiales en contacto con los alimentos. El debate continúa, con ciertas incertidumbres y posiciones contradictorias. Como medida de protección, la Unión Europea ha prohibido recientemente el uso del BPA en los biberones de plástico.
Uno de los temas candentes durante el año 2010 ha sido sin duda la seguridad del uso del bisfenol A (BPA) en materiales en contacto con los alimentos. El debate continúa, con ciertas incertidumbres y posiciones contradictorias. Como medida de protección, la Unión Europea ha prohibido recientemente el uso del BPA en los biberones de plástico. Sin embargo, no tiene planes para restringir más o prohibir el BPA en otros materiales en contacto con alimentos. A pesar de que la exposición a esta sustancia está por debajo de la Ingesta Diaria admisible (IDA) ciertos expertos en seguridad alimentaria aseguran que es necesario aumentar el margen de seguridad.
¿Qué es el bisfenol A?
El bisfenol A, también conocido como como BPA, es un compuesto químico orgánico utilizado para la fabricar plásticos y revestimientos de alto rendimiento, principalmente el policarbonato y las resinas epoxi.
El policarbonato y las resinas epoxi basadas en BPA tienen un gran número de aplicaciones. En el ámbito de la alimentación, se usan en biberones, botellas de agua reutilizables, vajilla (platos y tazas) así como en revestimientos para envases de alimentos y bebidas.
Como sucede en todos los materiales que entran en contacto con los alimentos, pequeñas cantidades de BPA pueden migrar del envase a los alimentos y bebidas, por lo que la directiva 2002/72/CE establece para la Unión Europea un límite de migración específico de 0,6 mg./kg.
El BPA es una sustancia que potencialmente puede interaccionar con los sistemas hormonales del cuerpo humano alterando el sistema endocrino. Desde los años 30 se conoce que puede mimetizar a los estrógenos (hormonas sexuales femeninas) por lo que ha sido objeto de gran debate científico. Los efectos más preocupantes se dan en los niños de corta edad y en las mujeres embarazadas. La controversia radica en la dosis real a partir del cual el organismo empieza a notar los efectos. La Unión Europea ya ha establecido medidas para evitar incluso dosis bajas. pese a que algunos expertos consideran necesario aumentar el margen de seguridad.
Últimos datos y medidas adoptadas en relación al bisfenol A
- Un informe publicado a principios del 2010 por la FDA de Estados Unidos despertó de nuevo la preocupación con respecto a la exposición al bisfenol A de fetos, recién nacidos y lactantes. La FDA concluye que no existen pruebas concluyentes de daños a niños o a adultos por los niveles actuales de exposición al BPA. Sin embargo, ofrece recomendaciones a los padres para minimizar la exposición a esta sustancia por parte de los niños de corta edad y ha puesto en marcha un programa de investigación centrado en la seguridad del BPA, cuyos resultados se publicarán a lo largo de los próximos años.
- Algunos países han decidido restringir el uso del BPA en materiales en contacto con alimentos destinados a niños de 0 a 3 años. Esta normativa ya se implementa en Canadá desde marzo de 2010, en Dinamarca desde julio de 2010 y en Francia desde enero de 2011, además de en algunos estados, regiones o ciudades de los EE.UU. Mientras que Francia y Dinamarca han restringido el uso del BPA, Canadá lo ha incluido en la lista de productos químicos tóxicos. Por su parte, Alemania ha recomendado a los consumidores que eviten su uso.
- Siguiendo la estela de otros países, a finales del 2010 la Unión Europea prohíbe el uso de bisfenol A para fabricar biberones de plástico a partir de marzo de 2011, así como la comercialización de estos biberones a partir de junio de 2011. Se trata de una medida de protección, ya que este compuesto puede afectar al desarrollo de los niños y a su sistema inmune. Sin embargo, no tiene la intención de extender su prohibición a materiales tales como los revestimientos epóxicos de las latas de alimentos y bebidas, debido a la poca evidencia científica que sustenta esta medida.
- En cuanto a iniciativas empresariales, aumenta el número de compañías de alimentación y bebidas que apuestan por eliminar el bisfenol A de los envases de sus productos. Así, grandes marcas como H.J. Heinz, General Mills, Hain Celestial y ConAgra, ya han adoptado medidas para la eliminación de esta sustancia química, y otras han establecido un calendario para su eliminación progresiva de los recipientes de todos los productos que elaboran.
- El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) asegura que la ingesta del BPA a través de los envases alimentarios está “muy por debajo” del límite establecido. En este sentido, recuerda que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha certificado que las cantidades de bisfenol A que contienen ciertos envases plásticos de uso alimentario no presentan riesgo para la salud. En concreto, la EFSA ha considerado más de 800 estudios para dar su última opinión en septiembre de 2010: en ella concluye que no puede identificar ninguna evidencia nueva para modificar la actual ingesta diaria tolerable (IDT) de 0,05 mg/Kg día , establecida en 2006 y confirmada en su dictamen de 2008.
- Según las conclusiones del último informe FAO/OMS sobre potenciales efectos del Bisfenol A para la salud humana los estudios sobre toxicidad reproductiva y de desarrollo han mostrado efectos sólo a dosis elevadas. Sin embargo, algunos efectos no descritos anteriormente que en la actualidad están siendo investigados podrían poseer efectos a dosis menores. Algo que habrá que corroborar con futuras investigaciones.
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